"LA DESAZÓN SUPREMA"

Cómo no sentir rabia y frustración después de lo ocurrido en las elecciones? Cómo aceptar el resultado adverso en ciudades como Bogotá y Medellín que cuentan con un gran número de hombres y mujeres independientes y con capacidad para tomar decisiones libres?
Sencillo amigos como bien dijo Adriana Córdoba en una excelente entrevista (como cosa bien particular en RCN) es triste ver cómo la decisión no está en nuestras manos. No tenemos el poder para redireccionar la hecatombe.
La conclusión luego del calor de la rabia es sencilla. Este es el país que tenemos. El sagrado corazón y los medios masivos mandan. Los hechos probados si se trata de personalidades del Estado (Para) no tienen ninguna importancia, como si lo tiene una pregunta tan estúpida como ésta " Ud va a misa los domingos?" ; no es un chiste, ¿cómo una periodista que se supone tiene una formación seria pregunta eso? y lo que es peor ¿cómo esa pregunta cambia la opinión de varios colombianos con respecto aun candidato como Mockus?
Sencillo amigos en Colombia las élites tienen la fórmula, circo. Hay que incrementar el número de programas de televisión estúpidos ( que el 80% de los colombianos no se pierde) y en medio del programa una mentira oficial de "amenaza venezolana" o "la ausencia de Dios" y suficiente. Esto como muy bien lo argumentó Adriana Córdoba también fué la clave del éxito de la campaña de Santos, crear miedo, jugar con el miedo infundado.    
Los resultados son apenas una muestra de la mella que ha hecho la falta de educación de calidad en el pueblo colombiano. El 80% no tiene la capacidad ni los medioa para ir más allá del titular de las noticias. No hay elementos que permitan cuestionar. Lo que la caja mágica dice, ésa es la verdad última. Al doctor Santos solo le resta seguir con la campaña y por supuesto tratar de terminar con la poca educación pública que queda así podrá pérpetuarse en el poder protegido por el sagrado corazón por supuesto.
Ratifiquemos nuestro voto para dejar huella del 20 % de los colombianos que gozamos de la fortuna de haber recibido una educación de calidad sin pertenecer a la élite;de pensar en el bienestar de  todos y no de los mismos de siempre, de ratificar que somos del pequeño grupo de hombres y mujeres libres en un país de esclavos.